“Todo parece imposible hasta que se hace”

Nelson Mandela.

Durante los meses de embarazo nos preparemos para la llegada del bebé y deseamos que todo esté listo para cuando llegue el momento de su nacimiento.  De todas las cosas materiales que vamos a necesitar y que probablemente más uso vamos a dar será el coche del bebé.

Normalmente es lo primero que solemos elegir, a partir del cuarto o quinto mes de embarazo (fecha recomendable para comenzar a adquirir los productos que vamos a necesitar), siendo ésta, una de las decisiones que más tiempo nos lleva. Su elección parece sencilla pero una vez que comenzamos a mirar y con la amplia gama de productos que ofrece el mercado, la decisión de la misma no lo es tanto.

Para elegir la más adecuada, que cubra las necesidades del bebé y las nuestras, y que además se adapte mejor a nuestro ritmo de vida, es importante contar con un buen asesoramiento como el que encontramos en tiendas especializadas.

Cuando comenzamos a mirar, lo primero en lo que solemos fijarnos y que más nos llama la atención es, sin duda, el diseño del coche (clásico, urbano, todoterreno, mixtos, etc.). Para tomar una decisión acertada, no es lo único en lo que debemos fijarnos, además de esto, tenemos que tener en cuenta distintos aspectos de la misma como son, entre otros:

• Amplitud del capazo y la silla.

Que nuestro/a bebé vaya cómodo/a y seguro/a debe ser nuestra prioridad, es por ello que tanto las medidas como el confort del capazo y la silla son importantes, por lo que debemos valorarlas y tenerlas en cuenta.

• Ventilación del capazo y la silla.

Este detalle es fundamental y más en los meses de calor (principalmente de abril a septiembre). Gracias a las correctas ventilaciones evitaremos que nuestro bebé pase calor y a su vez un exceso de CO2 que se da principalmente cuando existe poca ventilación en el capazo. También, con la ubicación que tienen algunas de ellas, podemos permitirle al bebé explorar el exterior mientras pasea.

• Tejidos interiores.

Estos han de ser de materiales hipoalergénicos y transpirables.

• Chasis.

Muchas veces miramos el peso del chasis, siendo esto un error si lo que buscamos es que, a la hora de empujar el carrito, éste sea ligero. Para ello, debemos mirar que el coche tenga buenos rodamientos, con lo que conseguiremos un empuje ligero. Si, además, el chasis pesa poco, ayudará a tener un mejor manejo y menor esfuerzo a la hora de transportarlo.

• Tipo de ruedas.

Para la elección de las ruedas del coche, se deber tener en cuenta la zona y el suelo por donde mayormente nos vamos a mover. Algunos modelos de ruedas son: urbanas, todoterreno, clásicas, etc.

• Amortiguación del cochecito.

Siempre es bueno que nuestro coche tenga una buena amortiguación para que el/la bebé note menos las vibraciones del terreno durante en el paseo, evitando así, que éstas se trasmitan al capazo o a la silla, favoreciendo la relajación y el descanso del bebé.

• Espacio para transportarlo en el auto.

Un detalle que del que a veces nos olvidamos y que debemos tener presente es, conocer el espacio del que disponemos para transportarlo en nuestro vehículo y el plegado que tiene el cochecito, ya que, a la hora de desplazarnos con el auto, tanto el chasis como el capazo irán en el maletero, por norma general en la mayoría de los casos.

• Precio.

Antes de nada, debemos saber que modelos se adecuan a nuestro presupuesto.

• Servicio técnico.

Comprar un coche con un buen servicio técnico y a ser posible en España nos garantiza una rápida y eficaz solución a diferentes incidencias que puedan surgir.

Como podéis observar, la elección del cochecito para nuestro bebé no es algo que debamos tomar a la ligera, elegirlo pensando solamente en nuestra comodidad es un error, siendo imprescindible mirar siempre las necesidades del bebé.

Una atención profesional nos será siempre de gran utilidad, así como la posibilidad de ver el producto antes de adquirirlo.

LA PRIORIDAD DEBE SER SIEMPRE LA SEGURIDAD Y COMODIDAD DEL BEBÉ.

¡Espero que te guste! Gracias por tu visita.